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Home office, un lugar de trabajo en casa
Trabajar desde casa en España es una realidad desde hace años. La variedad de profesiones acostumbradas a tener el lugar de trabajo dentro de casa es muy amplia. Los llamados «trabajos serios» lo saben muy bien (abogados, arquitectos, informáticos, oficinistas…). El «home office» (oficina en casa) les es muy conocido.
Con la llegada de Internet llegó un mundo de posibilidades online para conjugar nuestro hogar con la vida laboral. Profesiones de mesa y ordenador se adaptaron rápidamente. Fueron los primeros en poder trabajar en pijama.
Trabajar desde casa: de privilegio de unos pocos a posibilidad para todos
Indudablemente la red nos proporcionó la posibilidad de aprender sobre cualquier cosa sin salir de casa, incluso fue una forma de saber cómo obtener un dinero extra desde el hogar. Sin darnos cuenta todos aceptamos una nueva forma de entretenimiento y aprendizaje que colapsó las demás. Pasó a ser lo cotidiano en un abrir de cerrar de ojos.
Pero asumimos que trabajar desde casa solo encajaba con algunos sectores. Pues bien, ¡sorpresa!el 2020 nos ha sacudido fuerte y ha demostrado que el teletrabajo viene para quedarse.
Infinitas formas de trabajar sin salir de casa han llegado. Hemos descubierto que todo tipo de trabajo cabe dentro de las paredes de nuestro hogar. ¡Ahora nos toca adaptarnos!
Nuevas oportunidades, nuevos problemas ¿Cómo puedo trabajar desde casa?
Hasta hace nada poder quedarnos en casa y trabajar desde ella parecía un sueño para muchos. Sin embargo lo que imaginamos y el mundo real no suelen coincidir. Los que de pronto se encontraron en la nueva situación de tener que trabajar desde casa quizás fueron los primeros en descubrirlo.
No a todos nos ha afectado por igual el cambio de sistema laboral. El transito al teletrabajo no es igualitario. Según el caso las dificultades pueden ser mayores o menores, sin embargo hay que centrarse en lo positivo de poder trabajar desde casa (que es muchísimo).
Analiza cuál es tu caso, revisa qué puedes mejorar o cómo reciclarte y actívate. Recuerda que «como en casa en ningún sitio»; ante ti se abre un camino precioso y lleno de novedades. Vamos a intentar ayudarte a allanar ese camino.
Realizar el mismo trabajo de siempre pero desde casa
Aunque lo esencial de tu labor fuese idéntico ¡todo ha cambiado!
Muchos de los que se encontraban en este caso rápidamente fueron conscientes de que para trabajar en casa les hacía falta espacio, mobiliario , folios, ayuda con la informática y un largo etcétera de necesidades que no estaban en su hogar. Estas carencias complicaban todo. Aunque sin duda la peor es la dificultad de lidiar con la llamada del sofá (que nunca estuvo tan cercano).
La procrastinación nos afecta a todos en alguna ocasión. Ir dejando cosillas sueltas para «otro momento» es normal pero puede causar mucho estrés. Evitarlo es vital para que la realización de tu trabajo no se vea afectada. En breve incluiremos un artículo que te proporcionará claves útiles para «no dejar para mañana lo que puedes hacer hoy».
Novatos en «la nueva normalidad»
Un porcentaje altísimo de la población nunca había trabajado desde casa. Era impensable que un abanico tan amplio de profesiones pudieran hacerlo. Sin embargo la vida siempre acaba abriéndonos los ojos.
Profesionales de la cocina, del deporte, de la educación, de la costura, de la artesanía, del entretenimiento… han descubierto que desde casa podían hacer muchísimo.
Tú también puedes encontrar tu manera de hacerlo. Si ya tienes encauzada la dirección a seguir y quieres trabajar puedes buscar ofertas de teletrabajo en páginas de empleo. Día a día surgen nuevas necesidades que pueden encajar contigo.
Si no quieres depender de nadie y has decidido que lo tuyo es emprender pero no sabes cómo, te aconsejamos echar un vistazo a los trámites que te serán necesarios.
Si tu sector necesita de una infraestructura ineludible es probable que tengas el convencimiento de que te has quedado fuera de estos cambios. Cierto, es probable, no es imposible.
Piensa que Internet te abre al mundo. Sea cuál sea tu profesión la posibilidad de aprovecharla desde casa es real. Recuerda que has podido buscar información de todo en la red: cómo cambiar el aceite de mi coche, cocinar una buena paella, mejorar tu estado físico… ¿quién crees que hay detrás de los resultados que encuentras? Son profesiones ligadas a talleres, restaurantes o gimnasios que han sido capaces de adaptarse. Puede que el teletrabajo no se ajuste a ti, pero seguro que puedes conseguir un ingreso extra sin salir de casa.
La comodidad de trabajar en pijama
Los que ya teníamos experiencia en trabajar en casa sabíamos que no era tan sencillo. Para nosotros era evidente que, pese a que como la comodidad de casa no existe nada, conlleva muchas dificultades.
Nos vemos obligados a mantenernos en una formación continua. Los videotutoriales nos salvan la vida en todas esas ocasiones en las que hay algo nuevo que aprender (que son muchas). Nuestros días nunca son de trabajo y ya está, para nosotros no existe el «cuando acabe de currar desconecto». Diariamente trabajamos bombardeados por la dificultades hogareñas. Vivimos en el constante equilibrio de acabar el informe o poner una lavadora o sacar al perro o freír las patatas… ¡¿qué hago primero?!
No tenemos horarios. Esto que en principio suena a libertad acaba transformándose en esclavitud si te descuidas un poco. Por experiencia sabemos que marcar límites horarios es una ayuda imprescindible. Evidentemente no es una solución milagrosa, pero facilita considerablemente la conjugación de la vida laboral y el resto de las facetas de la vida.
Si tú perteneces al grupo con experiencia trabajando desde casa sabrás que, aunque nosotros teníamos mucho trecho andado, el 2020 también ha introducido nuevas variables en nuestro trabajo.
Trabajar en pijama también tiene sus incomodidades
Cada profesional se ha encontrado con sus propias complicaciones. La esencia de cada profesión determina el grado de complejidad que conlleva trabajar en casa. Sería injusto resumirlas o generalizarlas. No obstante queremos compartir con vosotros cuales han sido las nuestras. Depende del día, y de nuestro estado de ánimo, puede cambiar el orden pero probablemente puedan reducirse a:
- Niños tooooodoooooo el día en casa mientras tienes que trabajar y, ¡por cortesia de las novedades del 2020!, profesores dando clase online (divertidísimo). Entender la tortura del constante «¡mamá!¡papá!» de nuestras adoradas criaturitas creo que se explica por sí solo, sin embargo para nosotros supuso un estrés considerable. Es por ello que más adelante incluiremos un artículo con truquillos que nos ayudaron a llevar mejor esta situación. Hasta entonces solo deciros que damos gracias infinitas a las cartulinas, los rotuladores, las tijeras, los lápices… ¡Hemos descubierto materiales que ni sabíamos que existían!
- Trabajar en casa y generar ingresos. El dinero condiciona todo lo queramos o no. Los cambios que el 2020 ha impuesto nos tocan a todos. En nuestro caso tener todo atado y bien atado se convirtió en prioridad. Saber dónde reducir gastos o gestionar correctamente tus recursos económicos es imprescindible, pero no siempre es sencillo. Claramente es la diferencia entre sobrevivir o no. Si además trabajo y hogar conviven la dificultad crece. Una tabla de contabilidad exhaustiva es ahora, más que nunca, obligatoria.
- Atender a clientes «amateur» del mundo digital. De pronto personas que nunca habían utilizado internet para nada distinto al ocio tuvieron que hacerlo, y nos tocó atenderlos. Trabajar desde casa implica un conocimiento del mundo digital. Los que llevamos años trabajando desde nuestro hogar pensamos que «la informática a nivel usuario» está generalizado. Manejamos correos electrónicos, video-conferencias, Excel, Psd, Drive, Calendar… información digital para abreviar, y ello nos lleva a verlo algo normal. ¡Pero no es real! De nuevo el 2020 nos abrió los ojos. Recibir un correo de alguien que lo escribe por primera vez es toda una odisea. No nos vamos a alargar pero para que os hagáis una idea hemos recibido: correos vacíos, correos con un larguísimo texto ¡escrito en el asunto!, correos con mención a adjuntos no adjuntados, decenas de correos del mismo remitente en los que solo ponía «¿ahora sí?», correos con deberes de niños, correos donde hablaban de nosotros pero que evidentemente no eran para nosotros (pufff lo que escribe la gente cuando cree que no lo vas a leer)… Resumiendo, una autentica locura. Eso sin entrar en las vídeo llamadas en las que solo hemos conseguido ver el techo (o cosas que mejor no haber visto). Puede parecer cómico pero os damos nuestra palabra de que nos ha sacado de quicio en más de una ocasión. Lidiar con estas personas ha sido, y seguirá siendo al menos durante un tiempo, una complicación nueva. Nuestro consejo es tratarlas con mucha calma y tener presente que, aunque a ti te parezca fácil, ellos están aprendiendo. No olvides que tú has logrado ser un profesional que trabaja desde casa y generar ingresos sin salir de tu hogar pero que para ellos es absolutamente nuevo. Ninguno nacimos sabiendo, y nosotros ya sabemos que el aprendizaje es continuo.
Así que como conclusión para nosotros tener la oficina en casa es…¡ups! os dejo que se me queman las patatas.